La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ha sido internacional desde su génesis en 1832. En aquella época, el General Francisco de Paula Santander (presidente de la Nueva Granada) acababa de llegar de Berlín, donde se reunió con el barón Wilhelm von Humboldt, director de educación alemana y promotor de una exitosa reforma educativa que se contraponía a los modelos napoleónicos en Europa. Influenciado por el innovador modelo, Santander retomó esos parámetros metodológicos, científicos e investigativos para intervenir el plan educativo que regía la Universidad Central de Bogotá (creada por él en 1826 junto a la de Caracas y Quito), iniciando así una gran revolución educativa que se consolidó en 1867 con la fundación de la UNAL, bajo el gobierno del presidente Santos Acosta.
Desde ese momento, la Institución sentó las bases de la educación en Colombia con la apertura de seis facultades: Artes y Oficios, Literatura y Filosofía, Ingeniería, Medicina, Derecho y Ciencias Naturales, que con los años han aumentado a 21 en las 8 sedes. A estas han estado vinculados un sin número de personajes ilustres que han ayudado a construir la perspectiva global de la UNAL.
De Alemania sobresalen Leopoldo Rother y FritzKarsen, arquitectos y pedagogos que en 1935 emprendieron cuidadosamente la construcción de la Ciudad Universitaria; también el geógrafo Ernesto Guhl Nimtz, gran reformador de la manera de enseñar e investigar la geografía, autoridad en el estudio de páramos tropicales húmedos e impulsor de la conciencia ambiental en el país; y el físico Juan Herkrath Müller, quien encabezó la creación del Departamento de Física de la UNAL en los años 50 y, posteriormente, fue decano de la Facultad de Ciencias.
Las matemáticas en el país no se conciben sin la influencia del físico italiano Carlo Federicci, fundador de la Facultad de Matemáticas de la UNAL en 1957. Su conocimiento en esta disciplina se incorporó a la medicina, el arte, la psicología y la didáctica. En la misma línea, el profesor japonés Yu Takeuchi impulsó la enseñanza de las matemáticas en Colombia y en 1988 recibió por parte de la Institución el doctorado honoris causa.
Las artes fueron fortalecidas por la crítica argentina Marta Traba, quien abrió el espacio para el arte y el pensamiento moderno en Colombia. Entretanto, el compositor estonio Olav Roots fue el impulsor de la música colombiana y de la creación por parte de los compositores nacionales; además fue director del Conservatorio de Música de la UNAL.
La lista de extranjeros también la integran el arquitecto español Fernando Martínez Sanabria, quien cambió la historia de la arquitectura en Colombia incorporando al conjunto arquitectónico el lugar y el paisaje; y el economista canadiense Lauchlin Currie, impulsor de la construcción de la vivienda en Colombia con el plan Las cuatro estrategias, durante la presidencia de Misael Pastrana en 1971. Asimismo, Currie se destacó por dirigir los departamentos de Economía y Administración y Contaduría Pública de la UNAL, y por la creación del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) en 1966.
La visión internacional de la Institución se ha mantenido a lo largo de sus 146 años de historia y se ha evidenciado en el liderazgo de la apertura de programas de posgrado (maestrías y doctorados), como una forma de insertarse en el mundo globalizado y aportar soluciones a las necesidades de las poblaciones. Con la creación del doctorado en Filosofía en 1978, al que siguieron el de Ciencias-Física, Ciencias-Matemáticas y Ciencias-Química en 1986, la UNAL se constituyó en pionera de estos programas en Colombia.
A la fecha, cuenta con 329 programas de posgrado: 56 doctorados, 152 maestrías, 38 especializaciones y 38 especializaciones médicas. Además, tiene 30 institutos de investigación y 29 centros de investigación.
La producción científica de la Institución se consolida con 41 grupos de investigación con proyección internacional y 433 convenios vigentes suscritos con otros países. Entretanto, mantiene conexiones con 125 países del mundo a partir de convenios, proyectos de investigación y extensión (que permiten la movilidad académica de profesores, investigadores y estudiantes) y coautorías de artículos en bases de datos como ISI y Scopus (7.551 artículos registrados). Adicional a esto, dispone de 11 patentes vigentes.
La UNAL se ha vuelto el destino académico por excelencia, de estudiantes provenientes de otros países. Actualmente forma a 183 extranjeros en sus programas de pregrado y posgrado. De igual forma, 363 nacionales viajaron recientemente a otras naciones para adelantar investigaciones, pasantías y cursar asignaturas.
La Institución tiene el mayor y más cualificado cuerpo de docentes del país, quienes garantizan la calidad de la educación que se imparte: 1.169 con doctorado, 1.118 con maestría y 217 especialistas médicos. Todos con títulos obtenidos en los 5 continentes.
Teniendo en cuenta la importancia de la formación en idiomas, ofrece a sus estudiantes y a la comunidad en general 535 cursos de inglés, mandarín, alemán, francés, italiano, portugués y farsi, entre otros. Además, es la única institución que realiza exámenes y certifica a traductores en Colombia.
Es necesario destacar que la UNAL es la única universidad del país que realiza su examen de admisión en 52 consulados de los 5 continentes.
La Universidad Nacional de Colombia es el principal centro de investigación científica del país. Algunos de sus desarrollos han sido aportes valiosos para la humanidad, entre los cuales se destacan:
Las sedes de frontera de la UNAL, ubicadas en zonas estratégicas del país como el Pacífico, el Caribe, la Orinoquia y la Amazonia, además de ser polos de integración fronteriza con las naciones vecinas, promueven el desarrollo conjunto de investigaciones y proyectos de cooperación.
La Sede Caribe se especializa en el estudio y análisis de los problemas de la región del Caribe insular y continental, en la cuenca del Gran Caribe. De ahí que sus investigaciones se enfoquen en biología marina y asuntos costeros, y cuente con espacios científicos como el Centro de Estudios en Ciencias del Mar (Cecimar) y el Jardín Botánico. Estos lugares están orientados a la conservación, conocimiento, valoración y aprovechamiento de la diversidad vegetal del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde actualmente la UNAL desarrolla una estrategia de vecindad e integración fronteriza.
La Sede Orinoquia sobresale por sus estudios agropecuarios, de piscicultura, viveros, cultivos transitorios y frutales, y por tener un completo laboratorio de suelos y una granja experimental. En la zona, se ha establecido como una entidad educativa encaminada al mejoramiento de la capacidad productiva, constituyéndose como pionera en el departamento. Junto a Venezuela, realiza diversos talleres sobre problemáticas de la región y adelanta la suscripción de convenios de cooperación técnica internacional.
En la Amazonia, la sede tiene entre sus objetivos destacar la importancia geoestratégica y ambiental de esta región para contribuir a la consolidación de la Nación, impulsando procesos de integración fronteriza con alcance internacional. Para ello produce, sistematiza y proyecta estudios amazónicos.
Finalmente, la Sede Tumaco se orienta al reconocimiento de la olvidada región del Pacífico, a través de la construcción del Instituto de Estudios del Pacífico; proyecta la creación de un centro tecnológico de productos del mar, un centro cultural de indígenas y afrocolombianos, un laboratorio de arquitectura palafítica y uno de restauración forestal. Junto a Ecuador, ha creado el Comité Técnico Binacional de Pesca e impulsa una política de integración fronteriza.